Anarcosindicalismo y los/as estudiantes

ANARCOSINDICALISMO Y LOS/AS ESTUDIANTES

“No debe quedar un solo ser humano a quien el saber –no el semi/saber superficial, sino el verdadero saber- se le niegue por falta de tiempo o de medios.” Piotr Kropotkin

El actual sistema de educación en Colombia sigue sin responder a las necesidades de la sociedad. Un sistema que excluye a los hijos e hijas de la clase obrera de acceder al saber de todas las ciencias, reduciéndose al trabajo manual, que profundiza la desigualdad y la división de clases.

Estamos ante una crisis educativa como resultado de las políticas del Estado y los gobiernos de turno. Quienes reducen la distribución de los recursos disponibles para el funcionamiento de las instituciones, minimizan el bienestar junto con la calidad educativa, además, imponen un modelo totalmente vertical y autoritario.

Ahora bien, se entiende que un sindicato es una herramienta organizativa de los y las trabajadoras para luchar mediante la acción directa por mejores condiciones económicas. Por tanto, parece algo fuera de lugar plantear entre los estudiantes la necesidad de organizarse en un sindicato, debido a que un gran número de estos, aún no se encuentran vinculados a una actividad laboral.

Sin embargo, hay que comprender que el actual sistema y modelo de educación están orientados hacia la formación de “profesionales” que a futuro venderán su fuerza para el trabajo por un salario, en muchos de los casos. Así mismo, durante este proceso de formación, las injusticias, la desigualdad y el autoritarismo están presentes.

Por ende, los problemas en el ámbito estudiantil, desde una perspectiva anarcosindical, van más allá, pues golpean directamente a la clase trabajadora. Quien en muchos de los casos no contará con los recursos necesarios para asegurar su acceso y permanencia, familias endeudadas con entidades privadas, condenadas a recibir educación sin criterios de dignificación de la vida, adicionalmente, a futuro les obliga a someterse a trabajos con pésimas condiciones.

De ahí, que el anarcosindicalismo plantee la necesidad de ampliar su acción en el ámbito educativo, con el objetivo de reivindicar una educación libre e integral, capaz de transformar al individuo y la sociedad, pero no como instrumento de dominación y privilegio. Una educación en la que no exista una división del trabajo manual y científico.

Así mismo, la organización sindical del estudiante deberá permitir su avance de la mano del movimiento obrero que dentro de unos años lo acogerá, para intervenir y organizar el mundo laboral en el que se verá inmerso en un futuro. Pero fundamentalmente, a prepararse en la búsqueda de un mundo nuevo, por una sociedad capaz de brindar los medios necesarios para alcanzar la libertad y el bienestar posible para todos y todas.

Salud y Anarquía.   

Unión Libertaria Estudiantil y del Trabajo-AIT 

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