Movilización #21S


 ¡Que las calles se pinten de pueblo!

Hace tres días en las calles de la ciudad de #Neiva, se escucharon las voces de quienes aún claman por una Paz Completa, con democracia directa y Justicia Social. Y de quienes por medio del arte, la música llenaban de color las calles y paredes para mostrar su indignación ante la brutalidad del ESMAD y la Policía Nacional.

Esta movilización legítima del pueblo, pretendía poner sobre la esfera pública y política nacional e internacional, las violaciones de derechos humanos por parte de la Policía Nacional, la oleada de violencia en los territorios que trae consigo masacres, destierro de campesinos/as y comunidades indígenas. Pero a su vez, ante la crisis sanitaria que no da tregua a las poblaciones más vulnerables, para rechazar las reformas laborales, pensión, entre otras, que el gobierno nacional en cabeza de Iván Duque pretende imponer, en beneficio de unas minorías.

Hoy 24 de Septiembre, después de conocer que el 22 del presente mes, en el municipio de Algeciras, Huila se perpetuo una nueva masacre; y sí, MASACRE y no un "homicidio colectivo" como el gobierno de Ivan Duque pretende llamar estos hechos, desconociendo y evadiendo la responsabilidad de lo que sucede en el país. Y a pocas horas de conocer el asesinato de Juliana Giraldo Díaz, mujer trans, de 38 años de edad, pertenecía a la comunidad LGBTI, en Miranda, norte del Cauca, por un miembro de las fuerzas militares.

Además que, es más que evidente que esté gobierno no le interesa erradicar la violencia de la política, ni de los territorios, pues mantiene dentro de su doctrina militar la distinción de amigo-enemigo, en la cual el movimiento social y popular ha sido objeto de esta. De allí que no se reconozca y legitime la violación de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario por parte de la Policía, el ESMAD y el Ejército. Prueba de ello, es desconocer el fallo de la Corte Suprema de Justicia que indica que el ESMAD “no es capaz de custodiar una protesta sin violar los derechos y las libertades de los ciudadanos”, y al evadir la responsabilidad frente a la muerte del joven Dilan Cruz en 2019.

Ante esto, el país requiere de cambios estructurales en el Estado que permitan consolidar la Paz deseada, pero por si sola esto no van a llegar. Por tanto es necesario consolidar un movimiento social y popular que, permita garantizar la Vida Digna de los jovenes, campesinos/as, comunidad indígena y afro, mujeres y niños/as, a la clase trabajadora más precarizada y
empobrecida. Dicho movimiento deberá desbordar las calles, tomarse los barrios con migas y peñas culturales para dignificar la vida de los sin techo, de la clase trabajadora, creando lazos de solidaridad y apoyo mutuo para hacer frente a la política de guerra del actual gobierno y garantizar la implementación integral del Acuerdo de Paz.

Como colectividad organizada, invitamos a la juventud Colombiana a organizarse con sus amigos/as, vecinos y familiares en barrios, escuelas, lugares de trabajo, a preparar el #ParoCívicoNacional por una Colombia Nueva.

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